Salvar vidas y hogares
"Llamé a los tres números y dos me rechazaron. Probé con un número más, y ese número me condujo a [el abogado de la Legal Aid Society] Mike Dickman. Gracias a Dios por él. Gracias a Dios por él".
Jackie, cliente de la Legal Aid Society
"Se había producido un incidente entre mi cliente, Jackie, y uno de sus vecinos, que llevó a la autoridad de vivienda de Robbins a intentar desahuciar a Jackie", dice Mike Dickman, abogado del Proyecto de Derecho de la Pobreza de la Sociedad de Asistencia Jurídica. "Jackie y el vecino tuvieron que celebrar una vista informal, a la que Jackie acudió sin representación. Las únicas pruebas contra ella procedían de informes policiales que relataban lo que les dijeron las personas que estaban en el lugar."
"Era doble testimonio de oídas", dice Mike. "No había testigos que declararan realmente contra ella".
A pesar de la falta de pruebas, el funcionario de la audiencia consideró que los informes eran suficientes y revocó el vale de vivienda de Jackie. La agencia también convenció al Departamento de Policía de Robbins para que presentara cargos contra Jackie, de modo que había tres causas judiciales en curso a la vez: una penal, otra relativa al vale de vivienda y la última relacionada con el desahucio improcedente.
Al mismo tiempo, Jackie, abuela de un hijo y madre de dos niños, incluido un hijo discapacitado, luchaba por su vida, soportando tratamientos de quimioterapia contra el cáncer.
"Quería estar allí [en el tribunal] ... al lado de mi abogado que me defiende", dice Jackie. "El juez respetó cada pedacito de eso ... Él dijo: 'Señorita Sharp, sabemos lo que estás pasando, eres una mujer fuerte, ya sabes, porque estás luchando contra el cáncer, tuviste una cirugía.' "Estoy de pie allí con grapas, ya sabes, todo."
La lucha fue difícil y duró más de un año, pero los tenaces esfuerzos de Mike consiguieron que se desestimara la causa penal contra Jackie, que se revocara la decisión de revocación de la vivienda y que, en última instancia, las autoridades de vivienda se ofrecieran a abandonar el caso.
Hablando de Mike, Jackie dice: "Era comprensivo, me apoyaba, respetaba todo lo que decía. Hizo todo lo que le pedí, yo hice todo lo que él me pidió. No pediría una persona mejor... ni un abogado mejor".
Mike añade: "Tenemos docenas, quizá cientos de estos casos que hemos llevado a lo largo de los años, en los que la salud de las personas está en juego por la pérdida de la vivienda. Se trata de gente que va por la calle... con sus pertenencias en un carrito de la compra y sin ningún sitio adonde ir. Así que se convierte literalmente en una cuestión de vida o muerte".