Una superviviente de la violencia doméstica fabrica máscaras para empoderarse a sí misma y a quienes la rodean
Una clienta de Domestic Violence Counseling, cuyo trabajo consiste en fabricar productos a mano, ha estado aprendiendo a utilizar una máquina de coser en su camino hacia la estabilidad financiera.
A pesar de que su familia se vio afectada económicamente por el COVID-19, encontró tiempo y fuerzas a pesar de sus propias necesidades durante esta pandemia para crear máscaras protectoras para sus amigos y familiares. Incluso hizo máscaras con diferentes temas, para que los niños tuvieran la opción de llevar algo que les gustara y no les resultara tan traumático.
Ruby Torres, asesora en violencia doméstica, cuenta que esta historia la inspiró a ella y a sus compañeros de trabajo, ya que demuestra la resistencia, perseverancia y motivación de la clienta para ayudar a los demás. El programa de violencia doméstica adopta un modelo de empoderamiento, y ella es un ejemplo de ese empoderamiento en acción.
"Fue capaz de utilizar sus habilidades creativas y su perseverancia para seguir trabajando desde casa y crear máscaras en su lugar", dice Ruby. "Al hacerlo, no solo está ayudando a su familia, sino también a familias que pueden necesitar máscaras para salir a la calle".